«Cuenta la mitología griega, en una de sus versiones, que Aquarius fue quizá el hijo de Prometeo, aquel titán que robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres. Como su padre, también él se ofreció a la humanidad para salvarla, construyendo un barco que la resguardase del diluvio».
«El gesto de acoger a los migrantes del Aquarius no resuelve el problema estructural de Europa, pues seguimos necesitando un sistema de asilo y gestión de la inmigración que sea efectivamente comunitario y que nos responsabilice a todos.»
«El mensaje que emitimos al socorrer al barco es evidente: los problemas del Mediterráneo no son de Italia, Grecia o España sino de todos.»
Fuente EL PAÍS, EL PERIÓDICO GLOBAL: Enlace a Artículo Completo
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